Enfermedades de trasmisión sexual (ETS)
Las ETS no sólo son una causa de
morbilidad aguda en los adultos, sino que pueden dar lugar a complicaciones con
secuelas tales como esterilidad masculina y femenina, embarazos ectópicos,
cáncer cervical, mortalidad prematura, sífilis congénita, pérdidas fetales,
bajo peso al nacer, nacimientos prematuros y oftalmia neonatorum. Las ETS que
son causadas por agentes bacterianos, micóticos y protozooarios se curan con
antibióticos y agentes quimioterapéuticos apropiados desde hace más de 40 años.
No obstante, esas ETS siguen constituyendo un problema de salud pública tanto
en los países industrializados como en los países en desarrollo.
Las enfermedades de trasmisión
sexual (ETS) son un grupo de enfermedades que se contagian a través de las relaciones
sexuales. Cualquier persona que tiene relaciones sexuales con otra persona
puede contraer una enfermedad de transmisión sexual. Las personas que tienen
este tipo de enfermedades a veces no lo saben, porque con frecuencia no tienen
molestias. Pero ello no significa que no esté afectando su salud.
Las Enfermedades de Transmisión
Sexual afectan a uno de cada 10 jóvenes de entre 15 y 24 años y a cada vez más
adultos mayores de 45 años. A veces son asintomáticas y pasan desapercibidas, y
al no ser tratadas pueden tener graves consecuencias a largo plazo. Además, una
vez detectada una ETS hay que descartar que no haya más, ya que a menudo se
asocian varias a la vez.
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